José María Sobral

José María Sobral, (Gualeguaychú, Provincia de Entre Ríos, 14 de abril de 1880- Capital Federal, 14 de abril de 1961, coincidentemente nació y murió un 14 de abril) fue un explorador, militar y geólogo argentino.
José María Sobral ingresó en la Armada Argentina y realizó el primer viaje de la fragata Sarmiento. En 1902 viajó a la Antártida en la expedición científica de Otto Nordenskjöld, permaneciendo 20 meses entre los hielos.
A fines de 1901 se organizó en Suecia, con donaciones privadas, una expedición integrada por científicos navegantes, con la misión de explorar el desconocido continente antártico, invernando en él para realizar estudios y mediciones. Estaba dirigida por el sabio geólogo sueco Otto Nordenskjöld y la nave que la realizó fue el velero Antartic que comandaba Carl Anton Larsen.
A instancias del teniente Ballvé, Nordenskjöld invitó al gobierno argentino a integrar la expedición enviando a un representante: la elección recayó en el alférez José María Sobral de 21 años. A su regreso, el júbilo y delirio que despertó en la población argentina lo convirtieron en un personaje muy popular.
En 1905, luego de solicitar su baja de la Armada, viajó a Suecia para estudiar geología, obteniendo allí el doctorado en la Universidad de Upsala. Sobral se casó y tuvo 9 hijos, cuatro suecos y cinco argentinos.
Regresó a la Argentina en 1914 y fue designado director de Hidrología, cargo que desempeñó hasta 1930. Intrigas y envidias lo desplazaron de su puesto, pero el presidente general Agustín P. Justo lo nombró embajador en Noruega. Sobral hablaba 9 idiomas y escribió excelentes artículos en Europa.
En 1930 también fue declarado por la Sociedad Hispánica de Nueva York el sabio geógrafo más grande del Hemisferio Sur. Fue tan admirado en Suecia, que los científicos de aquel país llamaron "Sobral" a un mineral descubierto allí.
Sobral murió olvidado en Buenos Aires en 1961, el mismo día de la semana en que nació.
Años después de su muerte, se puso en servicio el buque aviso «ARA José María Sobral», Al desatarse el conflicto por las Islas Malvias el Aviso SOBRAL al mando del capitán Sergio Gómez Roca fue destacado en misión de rescate de dos tripulantes del avión Canberra B-110 abatido por los británicos el 1º de mayo y se internó profundamente en la llamada «zona de exclusión». Continuó con su misión de salvamento una vez conocido el ataque al crucero General Belgrano y alertado sobre la presencia de un fuerte «grupo de tareas» británico a solo 100 millas de su posición. Gómez Roca era plenamente consciente del peligro que corría y mostró una gran serenidad y determinación en sus decisiones. Cuando recibió el primer ataque de un helicóptero, cuyo misil que destruyó la lancha y dejó al buque sin comunicaciones, mandó al personal a cubiertas bajas y se quedó en su puesto de mando con el personal indispensable. Sabía, por el estado de mar y el impacto ya recibido, que en cubiertas bajas estarían mas protegidos y permaneció en su puesto de mando, el puente, el lugar mas expuesto, ya que el vuelo del misil tendría esa altura. El segundo ataque, 40 minutos mas tarde, destruyó el puente y causó la muerte del comandante y siete tripulantes. El segundo comandante asumió el mando y, tras muchos esfuerzos, consiguió llevar el buque a Puerto Deseado, sofocando incendios, con un timón improvisando en la emergencia y guiándose por la dirección de las olas y la variación de la fuerza de la señal de una pequeña radio portátil. La tripulación improvisó un palo, sacó de su cofre e izó el pabellón de guerra. El destruído puente del «Aviso ARA SOBRAL» se encuentra en el Museo Naval de la Nación, en el Tigre. Una corbeta lleva el nombre de Gómez Roca y un Aviso el del Guardiamarina Olivieri muertos en esa acción. El «Aviso ARA SOBRAL» continúa operando con un puente reformado.
Obras del autor
José María Sobral. (2003). Dos años entre los hielos 1901-1903. Editorial EUDEBA.

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